miércoles, 26 de noviembre de 2008

PREJUICIOS, y el QUITAPESARES

“Aquellas personas que de veras buscan a Dios,
dentro de los santuarios se ahogan”
Proverbio Arabe

A mí no me hacía mucha gracia la idea, pero bueno.
El caso es que hace unos veranos,
de vacaciones con Amelia en Sevilla capital,
nos fuimos a ver su famosa Catedral.
Dada la temperatura ambiente yo llevaba pantalones cortos
(sin calcetines),
y una camisa o camiseta de lo más corriente y normal.

Montones de personas
--no sé si porque era hora de visita
o porque la catedral era uno de los pocos sitios
donde te podías resguardar a la fresca del calor que hacía aquel día—
entraban sin problemas por la puerta enorme y principal de la Catedral.
Así,
entre la gente,
ahí que vamos Amelia y yo hasta que un mozo nos da el alto.
“No puedes entrar así”, me dice.
Yo, sorprendido, le pregunto:
“¿Así, cómo?”.
El mozo,
que tenía la respuesta aprendida de memoria me la suelta:
“Está prohibido entrar con pantalones cortos”.
¿Será posible?

Entonces miro alrededor y veo a un chaval de unos diez años
entrando con pantalones cortos.
“¿Y ése?”,
le pregunto señalándole al chaval, "también lleva pantalones cortos".
El mozo sonríe tontamente señalando a mis piernas
y me contesta:
“No compares, tú eres mayor”.
Entonces, como un rayo, me llega la divina inspiración y le suelto:
“Oye, perdona,
¿ahí dentro tenéis al Cristo con pantalones largos o qué?”.

Pues de ahí,
para pasar el mal trago entre otras cosas,
nos fuimos a callejear un rato hasta que nos encontramos una taberna,
el “Quitapesares”,
donde conocimos a Pepe Peregil cantando sevillanas y saetas
a los pedruscos y a la Vida en general.
Un bonito encuentro
con manzanilla y tapita incluida.

No hay comentarios: