miércoles, 26 de noviembre de 2008

FRAKSO SCOLAR

“El montañerismo bien entendido no admite pugilatos.
Por compañerismo y nobleza,
el montañero debe acompasar su marcha a la del rezagado,
y si es preciso ayudarle”
Recogido en el monte Kamaraka
El Secre y Pepetroski
(Montañeros de Erandio)

“Amor y Pedagogía son incompatibles.
Discurrid con el Corazón, que ve muy claro aunque no muy lejos”
Miguel de Unamuno

Nos dicen que según unas tablas muy científicas
el bebé tiene que engordar un determinado número de kilos
y enseguida cogemos el tarro, los yogures, las frutas, los zumos,
la cuchara, las servilletas, el babero, al niño en brazos o donde se pueda,
nos armamos de paciencia y venga,
a comer hasta que al final ya sin ganas.

Resulta que es la hora señalada
y hay que comer aunque no tengamos ganas.
Ahora bien,
comer es una necesidad primaria, instintiva,
no una norma de comportamiento.
Si no dejamos que se despierte la sensación de hambre
nunca tendremos ganas de comer porque antes de llegar a sentir el apetito
ya les hemos hecho tragar lo estipulado.

¿Qué está pasando que a unos kilómetros de aquí se mueren de hambre
por no poder comer y aquí por no querer?
El Sistema, como es normal,
carga las culpas donde menos daño le hace
o dónde pueda sacar un beneficio económico principalmente.
De este modo,
la culpa de que algunas personas se suiciden lentamente
negándose a comer,
nunca será de una cultura de la alimentación
y de unas relaciones desastrosas,
sino de unas chicas que desfilan o se anuncian
por muy delgadas que estén.
Recuerdo que no estamos hablando de un aumento de pecho,
de una liposucción ni de una reducción de nariz,
sino de un rechazo a alimentarse que es un rechazo a vivir.

Cuando una persona nace, y hasta algo después,
no podemos decir que piense,
que razone ni que crea nada de nada
porque esto se hace mediante el Lenguaje
y de momento no entendemos ni miau.
Igual nos da escuchar blanco que negro, que sí como que no, bueno o malo,
lo mismo da porque esos sonidos,
que para nosotros significan o representan algo,
para el bebé no son “palabras” sino sonidos sin más,
como quien oye llover.

Así pues,
de entrada no pensamos ni razonamos ni creemos ni nada parecido
a lo que se puede entender por utilizar la cabeza.
Eso sí,
estamos vivos y sentimos por los cinco costados.
De todo lo que sentimos a través de la piel, los oídos, la boca,
los ojos y por todo,
unas cosas nos gustarán o agradarán mucho,
otras menos y otras nada,
venga,
a llorar que me siento fatal.

Puede que tenga hambre, sed, frío, calor, me pica la ropa,
que alguien me haga caso,
necesito besos, cosquillas o un abrazo prolongado,
una revisión general tampoco me vendría mal.

Desde la niñez apenas nos enseñan el porqué algo se puede
o no se puede hacer.
Vamos discriminando lo que trae recompensas agradables
de aquellas conductas que traen golpes,
dolores, problemas y sufrimientos.
Aprender consiste muchas veces en conseguir reprimir
nuestros deseos e impulsos personales bajo amenaza o a tortazos.

De los jóvenes se dice que no saben lo que quieren,
que no tienen proyectos ni ilusiones,
que sólo piensan en disfrutar cuando no en fastidiar al personal.
Lo cierto es que muchas veces no sabemos qué hacer con ellos,
ahora bien,
¿es que sabemos qué hacer con nosotros mismos?.

Cientos de veces escuchamos palabras como respeto, tolerancia, convivencia, colaboración, igualdad, amor, justicia, etc.
¿Les servimos nosotros "los mayores" de modelos?
¿Qué ejemplos les estamos dando?
¿De qué ha servido aprenderse las guerras, como tantas otras cosas,
de memoria?
Y ahora recuerdo el día que mi sobrino Lander,
con unos 12 años,
me dijo que E. G. B significaba “Estudiamos Grandes Bobadas”.

Una persona está "desmotivada" cuando no encuentra causa ni razón
que le mueva a realizar cualquier cosa.
Visto desde otro punto,
es una persona cuya vida está falta de Sueños, de Ilusiones,
de Objetivos y de Metas.
¿Qué estamos expresando realmente cuando decimos que algunos alumnos,
por ejemplo,
tienen problemas de motivación o que están "desmotivados"?
Parece claro que no les interesa (motiva)
lo que en el Instituto por ejemplo les puedan decir o tratar de enseñar,
es decir,
que lo que ahí se les ofrece no les movería ni un metro
si no fuera porque la asistencia es obligada.

Algunos profesores y padres tienen tendencia
–pues son humanos—
a ver el problema en términos como “el alumno tal está desmotivado”.
Claro que este mismo alumno, que también es humano,
muy probablemente verá el problema no tanto
en su falta de interés y motivación
como en lo poco o nada interesantes cosas
que pretenden inculcarle en las clases.
¿Cuántos de nosotros iríamos al trabajo si no fuera
porque hay dinero de por medio?.
El dinero es un incentivo,
no la supuesta preparación para un futuro cuando lo estamos viendo
rojo y negro.

La escolarización,
que antes era obligatoria hasta los 14 años de edad,
ahora lo es hasta los 16.
Así se intenta paliar el problema de tener en la calle
a un montón de jóvenes sin orientación, oficio ni beneficio legal.
Ahora están, porque así lo exige la ley,
metidos en las aulas.
Lo que hacen y aprenden ya es otro cantar,
ahí están las estadísticas del llamado "fracaso escolar”.

Ahora bien,
escuchamos estas dos palabras e inmediatamente relacionamos alumnos,
calabazas y suspensos.
Al parecer el fracaso no afecta a la "escuela" en general
ni al Ministerio de Educación en particular,
no,
aquí si alguien fracasa son los alumnos.
Bien, pues no nos engañemos porque el fracaso, si acaso,
es general, o sea,
social, educacional, escolar, familiar y personal.

La Educación empieza en Casa,
y tan perjudicial resulta tratar a los Niños a palos
como darles dinero y comprarles de todo para que nos dejen en paz.
Lo que no podemos pretender es que los Adolescentes sean responsables
de lo que hacen y dicen cuando hasta ahora no han hecho
sino memorizar lo que han visto y lo que les han dicho los Mayores
que se puede hacer, decir y hasta pensar,
cuando hemos dejado su Educación en manos de otras personas,
en manos de las video-consolas y de la televisión,
olvidando que aquello que sobra no reemplaza aquello que falta.

Aprendemos por las buenas cuando nos Enseñan con el ejemplo,
cuando intentan comprendernos y ponerse en nuestro lugar,
cuando nos explican y nos hacen Comprender,
cuando nos ofrecen alternativas,
cuando hay Comunicación y Amor,
palabras y razonamientos que mejor entendemos con besos,
cosquillas y abrazos.
Aprender por las buenas es cuando, más allá de Enseñarnos,
nos están Educando.
Aprender por las malas, en cambio,
es cuando la Voluntad ajena se impone por la fuerza a la nuestra
y no queda otra que ceder si no queremos salir malparados.
Aprender por las malas es cuando nos enseñan a Obedecer,
cuando nos adiestran como a Animales,
cuando no somos capaces de ver que cada Persona llega a este Mundo
con una Voluntad Personal, una Misión Propia
y unas Capacidades o Dones para cumplir su Destino
que es Aprender y Enseñar cada uno lo Suyo.

Por lo que se ve,
tenemos una tendencia clara a establecer Normas y Leyes
aunque luego no las cumplamos ni nosotros,
a prometer más que a cumplir,
a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio,
a utilizar el Miedo del lobo, del palo o del encierro,
a Reprimir y Prohibir para dar la sensación de Control
y perpetuar así nuestro mando al timón del Poder.

El Amor y el Miedo mueven el mundo.

No hay comentarios: