jueves, 27 de noviembre de 2008

!PAPÁ, PAPÁ¡

Aquí va otra poesía que nos recitó Anita,
la grabamos en un casett, y aquí está:

¡Papá, Papá¡
--decía mi tierna niña del jardín volviendo--,
la jaula que guardaste el otro día no seguirá vacía
porque he logrado el nido que estás viendo.

Mira qué pajaritos tan pintados,
en esa jaula les pondré su nido
y prodigaré solícitos cuidados
a aquellos que aprisionar he conseguido.

Luego la jaula la pintaré por fuera
y mandaré que doren su alambrera.

¿Pero en qué estás pensando?
¿No me escuchas papá que te estoy hablando?

Sí cariño.
Pensaba,
al escuchar esa querella,
que en la cárcel me han dicho que hay vacía una celda muy bella
y que te pienso trasladar a ella.
Como allí el reglamento es algo fuerte,
ni tu madre ni yo podremos verte,
pero te mandaré cien brocados que acentúen tu hermosura,
haré brillar cerrojos y candados y de bronce pondré la cerradura.

¡Pero cómo¡
¿Llorando estás por eso?

Ya no lloro Papá, te he comprendido,
voy a llevar el nido al árbol y vuelvo a por un beso.



Papá Mamá, Mamá Papá...

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