Mikel Laboa

Hoy ha muerto Mikel Laboa. Al fin volará libre como su "Txoria txori", el pájaro pájaro, aquel que no encontrarás si le cortas las alas, le envuelves de chapapote o le enjaulas.

Su música, sus palabras, su persona..., ¿qué decir?, que muchos sentimientos profundos han despertado o ayudado a despertar en un montón de gente. Así que, amigo Mikel, por mi parte encantado, agradecido y emocionado.

Cuando tenía 10 ó 12 años tuve un encuentro con un pajarillo muy especial
que iba cargado de plumas, porque carne apenas tenía,
mientras yo iba cargado con una escopeta de aire comprimido,
frustración y agresividad.

El caso es que ahí voy yo, con la escopeta en la mano,
cuando veo que algo se mueve entre los matos.
Enseguida le localizo.
Ahí está.
Su color marrón se confunde con las ramas
y me voy acercando para verle mejor.
De repente,
de un salto y tres rápidos aleteos,
sale de entre la maleza y se posa en la parte exterior de una rama poniéndose a tiro de un blanco seguro.

Suponiendo que no estaría quieto mucho tiempo,
levanto la carabina, cierro un ojo y apunto.
Objetivo a la vista.
Verás qué pronto va a dejar de volar esa graciosa y ágil bolita de plumas,
verás qué puntería tan fantástica la mía.
¿Pero qué pasa? ¿Por qué no se mueve?
Hace rato que me ha visto y ahí sigue a tres metros sin miedo alguno.

Entonces,
en esos pequeños ojos redondos, oscuros, vivos y brillantes,
no sé,
algo ocurrió que mi ego voló y mi alma se encontró en su mirada.
Le miraba,
le veía y me veía,
éramos Uno.
Algo que podemos llamar Vida, Espíritu, Alma,
nos unía desde siempre y para siempre.
Ese día se abrió una puerta en mi Corazón que llamo Com-pasión.

La Religión Católica,
pese al primer Mandamiento que dice “No matarás”,
aceptan la matanza de animales porque entienden que no tienen Alma
(a los animales se refieren).