Alguna vez todos hemos discutido e insultado,todos hemos hecho de menos a quien se nos opone,
todos hemos querido que la otra persona sea
como nosotros queremos que sea,
todos nos hemos salido de nuestras casillas y hemos dicho y hecho cosas
que nos ponen a la altura de los animales irracionales
cuando no en un escalón inferior.
Se sabe, porque se publica y difunde por todas partes,
que la mayoría, si no todas las personas maltratadoras,
han sido maltratadas con anterioridad por sus padres o alguien cercano
que les hizo la vida normal imposible.
Lo que no se suele decir
--porque es políticamente incorrecto y quedas fatal
pareciendo que defiendes la agresión--,
es que las personas maltratadas tienen una historia parecida
de recibir maltratos a su espalda.
Efectivamente,
si el historial y la historia de la persona que maltrata
sirve para encontrar una explicación y una comprensión
al maltrato posterior,
no veo porqué el historial y la historia de la persona maltratada
no pueda darnos claves para una comprensión mayor.
Lo más valioso de la persona humana cae tan bajo cuando alguien golpea,
maltrata, insulta, hiere,
no respeta o arremete contra alguien hasta que incluso le llegue a matar,
tan bajo tan bajo cae,
que sus repercusiones son humanas generales.
Entonces todos caemos un poco, todos nos oscurecemos un poco,
todos nos sentimos peores cada vez que alguien cae en el agujero negro
de la desesperación,
en la locura de pensar y creer
que tenemos derecho a abusar de nuestras fuerzas
porque somos superiores y mejores.
Lo malo de sentirse culpable
es que ya nos hemos juzgado y el fallo dicta que merecemos castigo.
De este modo la culpabilidad,
presente a menudo en el inconsciente,
trae consigo el desmerecimiento personal,
privaciones autoimpuestas y la búsqueda inconsciente
de la infelicidad parcial o total.
No hay Respeto si no reconocemos la Independencia Personal,
la Hermandad ante Dios o ante la Vida,
en Esencia la Igualdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario