miércoles, 17 de diciembre de 2008

INTELIGENCIA, ENCANTO Y GLAMOUR


Los Seres Humanos nos creemos muy listos e inteligentes.
Pues que me expliquen la clase de inteligencia que funciona en este mundo
cuando nos estamos matando y maltratando seguido entre nosotros
y al Planeta donde estamos existiendo.
Por otra parte,
tampoco veo la inteligencia en cubrir unas necesidades con otras
hasta acabar con los recursos de la Tierra.

Ya que no somos felices, ya que estamos fastidiados y aún trabajando,
al menos vamos a pasar el rato cómodos y entretenidos.
Buscamos comodidad y lo que llamamos bienestar,
y para eso compramos una mansión, o un coche --por hablar de lo más caro--, que no necesitamos más que para aparentar la vanidad que al final nos pesará más que un fardo de paja encima. Inventamos cosas que funcionen solas
y rápido porque el día tiene 24 horas
y hay que trabajar si queremos dinero para comprar
y tener esas cosas que al final nos hacen sus esclavas.

De las profundidades en las entrañas de la Tierra, a fuerza de hierro, sudor y dinamita, se extraen las piedras preciosas. ¿Para qué?, si el Encanto, lo que realmente te hace Atractiva o Glamurosa pasado el primer impacto, está en tu mirada, o no está, o yo ahí no loveo, o si lo veo lo dejo dejamos de ver, y así pasa, que el impacto deslumbrante de la fachada nos impide ver un temporada o unos minutos lo que hay, el tiempo que tardamos en despertar del sueño hace tiempo soñado, el tiempo en aceptar la Verdad de lo que Hay, de lo que Es.

Me pregunto, ya que ha salido la palabrita, si el "glamour" de A.Hepburn, por poner un buen ejemplo puertas afuera y puertas adentro, se volatilizaba o qué pasaba con el mientras se rodeaba de niñ@s en Africa vestida como cualquiera. Recordamos su cara, sus gestos, la mirada, cómo expresaban la alegría, la ilusión, la esperanza, cómo expresaban también la tristeza, la com-pasión y la entrega, y entonces podríamos decir como Becker que "por una mirada un mundo, por una sonrisa un cielo, y por un beso...qué te diera yo por un beso". Creo que era así o muy parecido.

Efectivamente no tuve la suerte de que me mirara, me sonriera, ni mucho menos que me besara de cualquier manera la dicha A.Hepburn, pero hablar de este rollo me ha recordado que tuve la suerte de que una tarde me mirara, me sonriera y me dijera "kaixo" (hola) mientras paseábamos sólos por el Peine de los Vientos de Donosti yo uno y Mikel Laboa el otro. Jamás conseguí entradas para sus conciertos. La última vez en Zumaia (GI), ni con la ayuda de su mujer, tan GUAPA como él, que intentó colarme sin que tuviéramos esa suerte. Tuve la suerte de que élla me miró y me sonrió, hasta me cogía de la mano para llevarme corriendo de una puerta a otra. La misma suerte que me permitió darme un paseo por el Mar que me vino fenomenal ver tanta Agua junta. !Y debajo hay mucho más¡, eso decía mi padre, otro Mikel, y yo, por cómo loveo y siento, me lo creo.

Besos a las profundidades


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