viernes, 12 de diciembre de 2008

Luna LLena

Día de Santa Lucía;
Acorta la noche y alarga el día. Una alegría.

Luna LLena en Géminis que la veo justo encima de la terraza, y más abajo, la Constelación de Orión con la estrella Sirio brillando más abajo pelín a la izquierda.

A las 10 de la noche he dado un paseo por el campo y he subido a un alto desde donde se ven montones de luces lejos lejos de casas, pueblos, coches que van y vienen, y, destacando en algunos fondos, el blanco de la nieve de algunos montes, el Ioar en la Sierra de Codés, por ejemplo, o Ezcarai en la Rioja. El color de la nieve a la luz de la Luna me encanta, y con sol de amanecer o atardecer rojizo naranja amarillo también.

El pueblo iluminado de farolas naranja y fachadas de piedra, los campos abiertos que hoy se veían perfectamente, el manto de estrellas y la luna llena, solo y acompañado, compartiendo el silencio.

En un momento, influido por una imagen que he visto y no visto del mar y unos peñascos probablemente cántabros, me he preguntado, ¿y el agua qué? ¿dónde están el pantano, el lago, el río o el mar?. Son tantos los lugares y paisajes preciosos, que haría falta desdoblarse en mil para verlos en mil años todos.

Cuento Zen: "La casa estaba fría e hiciste fuego para calentarla. Echaste leña y más leña hasta que se calentó. Entonces dejaste de echar leña, el fuego se apagó y la estancia se enfrió".
Conclusiones que saco yo: 1. Antes acaban las "relaciones estables" que las "inestables". 2. Si no quieres que se apague el fuego --aparte de seguir incorporando leña aunque te ases y ahogues de calor--, hay que ampliar el local precisamente para no ahogarnos o axfisiarnos. Ese calor, ese fuego, ese amor, ábrelo al mundo, compártelo al cosmos, a todo lo más allá y acá que se te escurra en el cerebro.

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