viernes, 9 de enero de 2009

HONESTY

Como cantaban los Módulos "siento que ya ha llegado la hora", y tal como me recordaban en una película que ví en la tele hace una semana má o meno de una sirvienta antropóloga, se acabó el tiempo de observar, de escuchar, de mirar, de leer, de tener que pasar por lo inaguantable y todo para aprender, para saber de propia mano, vista y de todo, lo que hay aquí, allí y un poco más allá, de cómo piensan y actúan estos, los otros y los que pocas veces vemos, para saber de mí, de cómo se hace para sobrevivir y cómo se hace para Vivir en circunstancias algunas que no se las deseo a nadie de nadie. Ahí es cuando te ves lo que tienes que aprender, en situaciones que requieren que saques lo mejor de Tí que ni sabías que estaba ahí, porque de lo contrario, si te dedicas a aguantar y aguantar, vas a sentirte fatal un tercio al menos de tu vida con sus consecuencias negativas en las otras.

Los problemas más básicos --aparte el comer y el dormir en una cama caliente--, puedes encontrarlos en todas partes y clases de personas. La envidia sólo surge en presencia de pensamientos y sentimientos que te hacen verte un desgraciado, es decir, que no agradeces y siempre querrás más, nunca estarás ni te sentirás lo suficientemente seguro y en paz, siempre buscando el problema en lo que nos falta, en lo que tienen otras personas, y siempre más porque hasta tocar el infinito mira tú lo que te queda; primero hacerte Nada, un cerO lo más grande que puedas, un cerO abierto a millones de posibilidades, un cer infinito...

Un abrazo infinito

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