sábado, 1 de octubre de 2011

1- PSICOLOGIA PARA GUAYOS

Sorginetxea - Araba (Euskal Herria)





“Tú Eres tú y tus circunstancias”
José Ortega y Gasset.

De Gasset apenas tenemos noticias y poco se puede decir de él,
pero Ortega…éste se lo pensaba mucho.

Dudas tenemos, o hemos tenido, tod@s
--incluído el Sr. José--,
y quienes no las tienen es porque han hecho consciente,
se han dado cuenta,
han identificado aquello de lo que dudaban,
que les producía inquietud, desconfianza,
inseguridad, miedos,
mal-estar en el Universo en general
y en cada minuto en particular.

Es posible sentirse completamente seguro de algo y,
al mismo tiempo,
que se te escape todo por la tangente.

Sentirse seguro no te garantiza que lo estés,
igual que el malabarista se sube a la cuerda
y camina por ella con seguridad,
sintiéndose seguro de lo que está haciendo


para no caerse al vacío.


Sin embargo, aún así,
los designios y los planes de la Existencia los desconocemos
por completo y de Todo puede pasar,
así que lo sabemos y lo aceptamos porque, de otra manera,
es tirarse piedras
a la propia cabeza.

A esto se le llama Neurosis aunque se digan otras cosas,
a vivir con muchas Dudas o a pocas pero gordas,
o así se están sintiendo tal como se sienten.
Así pues,
dependiendo de la intensidad y de la extensión de las Dudas,
ese “modus vivendi” de vivir así de esa manera genera,
finalmente,
lo que llamamos enfermedades,
respuestas del Cuerpo Físico y Material que “materializa”,
normal,
el desequilibrio en que nos encontramos y el miedo que sentimos
a descubrir la Verdad,
lo que en realidad pensamos y sentimos, para empezar,
del Universo en que estamos y somos
formando pequeña o grande parte.
Después, podemos preguntarnos qué pensamos y sentimos
en relaciones más particulares como la familia,
el grupo de trabajo o el de ocio, la pareja si la hubiera,
o el trío,
o lo que fuera con quienes vivimos el tiempo mientras tanto.

El Cuerpo, es lo que tiene, avisa con dolores,
en unos lugares o en otros, depende,
¿de qué?.

Por cierto que el Cuerpo, otra cosa que tiene,
es que lo desconocemos por completo ni el más básico conocimiento
de las funciones de los órganos que conocemos
aunque sea de oídas.
El Bazo, por ejemplo,
ese órgano corporal que está ahí dentro
desde que nacimos con nosotros y mira,
¡qué poco sabemos ni nos preocupamos de él¡.

Bazo:
Víscera de los vertebrados,
de color entre moreno amarillento,
situado a la izquierda del estómago y cuyas sustancias destruyen
los Hematíes caducos,
células de la sangre llamadas “Glóbulos Rojos”.

La principal misión de estos glóbulos rojos
–según leo en el “Espasa 5 KG”—
es la de transportar el Oxígeno desde el aparato respiratorio
a todas las células del cuerpo.

El oxígeno, por su parte,
es el elemento más difundido en la naturaleza,
pero fíjate tú,
ni huele ni sabe a nada, quién lo diría.

Por lo que se entiende,
el oxígeno es como la gasolina para el coche
o el rascar para la egiptología.
Es, en otras palabras,
el tipo de Energía que te hace mover, explorar, descubrir, buscar, hacer, respirar, vivir.

Así que, si no lo entiendo mal,
llega un momento en que estos glóbulos transportadores de oxígeno se cansan o se lesionan definitivamente
--la vida del transportista es muy dura de aquí para allá--,
hasta que llega el Bazo con sus sustancias y los eliminan
porque mira, son un peligro para el tráfico,
para seguir avanzando,
y no sería el primero que te pierde la carga
o se la entrega a cualquiera.

Su Ilustrísima el Sr. Bazo,
Juez y Verdugo.

Ya me imagino los Glóbulos Rojos nerviosos,
casi "blancos" de miedo,
pasando con dudas y desconfiados por el Bazo,
eso sí,
bien arreglados y enderezados,
por si acaso.

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